¿Los nuevos soldados de Herodes?

Aún hoy, los soldados de Herodes recorren la tierra. Cabalgan, y a su paso siembran muerte y desolación. Las espadas que antaño cargaban en el cinto se convirtieron en algunos casos en bisturís, gritos y pancartas, instrumentos con los que hoy buscan alcanzar una supuesta libertad. Herodes quiso desaparecer la Esperanza de la faz de la tierra. Se sentía amenazado por un pequeño infante —Dios hecho hombre— que instauraría un reino que no tendría fin. Pero Herodes no pudo realizar su objetivo y, por más que lo deseó, no pudo evitar la instauración de ese reino prometido. Hoy, sus herederos —muy dignos de aquel rey de Judea— se ensañan contra los más indefensos, y de esta manera buscan exterminar la esperanza. Hoy, sumos sacerdotes modernos asesinan a niños indefensos en un rito que puedo y debo llamar satánico, en el que la propia madre es el altar donde tan macabra ceremonia se lleva a cabo. Es ese el lugar donde el hijo que lleva en sus entrañas es sometido a un sádico asesinato. ¡Ah, me olvidaba! Existen personas a las que no les gustara usar aquella palabra que todos conocemos. ¿Por qué? Pues porque suena muy violenta o agresiva, o porque hiere su sensibilidad. «No le llamemos aborto ni asesinato —dicen—; llamémosle interrupción del embarazo». ¡Claro, así no suena tan brutal! Imagínense: ¿para qué usar una palabra que grafique textualmente lo que sucede en el quirófano? No. Pensemos antes en la sensibilidad de la sociedad, utilicemos palabras capaces de adormecer conciencias. Bien, pero ¿cuál es el delito de esos pequeños infantes? ¿Cuál es el motivo para someterlos a tan salvaje ensañamiento? Algunos sostendrán que hay motivo suficiente en la forma como fueron concebidos: por ejemplo, una violación. Debo señalar que de por sí la violación es un acto condenable y horrendo, pero que de ninguna manera puede convertirse en justificante para un asesinato. Lo que no logro comprender, es cómo un acto de violencia puede ser pensado como solución a otro acto de violencia; cómo puede ser que una mujer violentada en su interior tenga que volver a pasar por una experiencia similar para supuestamente limpiarla. Discúlpenme, pero el aborto no va a borrar el hecho condenable del cual fue víctima, es decir, la violación. Quizá podrá aparentar ante los demás, pero esa mujer en su interior sabrá el sufrimiento que tuvo que pasar, y el aborto no aplacará en lo mas mínimo ese sentimiento/vivencia. Ocurrirá todo lo contrario: lo empeorará. (visite este Link) Al abortar no solo mata al hijo del violador; también mata a su propio hijo. En cualquier país del mundo —o en casi todos— existe una máxima en derecho: la persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. No se condena al acusado hasta que haya hecho uso de su legítima defensa. Bueno, esa máxima se debería aplicar con estos pequeños. Si al nacer el niño la madre continúa en su empeño de no criarlo, es decir, si decide que será muy doloroso para ella prodigar amor al ser que llevó en su vientre, puede darlo en adopción y otra persona podrá velar por él. Es todo lo que se le pide a aquella madre: solo un tiempo para meditarlo, solo eso, una oportunidad para un ser que podría cambiar su vida y llenarla de alegría, así como a muchas otras. Algo que ya ha sucedido y que puede seguir sucediendo. Otro estandarte es el del embarazo de alto riesgo, donde la vida de la madre corre peligro. El porcentaje de casos no es tan elevado como para considerarlo un motivo de liberalización del aborto. ¡Oiga, existen personas alérgicas a la penicilina, y no por ello la penicilina va a salir del mercado! Existen más probabilidades de que dentro de una intervención quirúrgica se pierda la vida. Además, en una sociedad tan avanzada como la nuestra se cuenta con los recursos necesarios para eliminar ese pequeño porcentaje. Pero el aborto no solo se permitirá en esos casos. No. También, en caso de que la madre no lo desee. Y a este último ítem puede usted ponerle excusas mil. Veamos, ¿por qué quieres abortar?: • «Porque no quiero al padre». (Entonces, ¿por qué te acostaste con él?). • «Porque aún no está dentro de mis planes». (No todo se desarrolla como lo hemos planeado. Los retos que enfrentamos en nuestro día a día hacen que a la postre seamos mejores. Pero no todo es negativo, tampoco se planea recibir buenas nuevas. Son estas las que en muchas ocasiones nos ayudan y motivan para alcanzar la meta soñada. Y el "Don de la vida" es eso una buena nueva que logra exceder todas nuestras espectativas) • «Porque me va desfigurar el cuerpo». (Sin comentarios). • «Porque mis padres no van a querer». (¿De cuándo aquí te preocupas tanto por lo que dirían tus padres? Si esto fuera realmente cierto, lo hubieras pensado antes de y no después de). • «Porque estoy estudiando y no puedo truncar mi carrera». (Perdón, pero hay innumerables ejemplos de madres que terminaron sus carreras y son profesionales exitosas). • «Porque no quiero». (Un ejemplo clásico de inmadurez). La vida de cualquier ser humano debe ser defendida a ultranza. Todo ser humano es valioso en sí mismo. Debe, pues, quedarnos claro que la vida es un don de Dios. Cada vida, en forma misteriosa, tiene un plan que solo conoce su creador, y que cada creatura está invitada a descubrir. Eso configura la maravillosa aventura de ser hombre. Esas pequeñas víctimas: ¿no estarían tal vez destinadas a encontrar la vacuna para la cura de algún mal?; ¿no podría ser alguna de ellas quien llegue a impulsar de modo importante el crecimiento de algún pueblo o nación?; Simplemente por estadística es lógico que de tantos miles de niños abortados al año, un cierto número de ellos iba a alcanzar nombre egregio y a hacer importantes contribuciones a la humanidad. ¿Qué se busca con el aborto? ¿A qué futuro nos conducirá? ¿Cuáles serán sus consecuencias? ¿Por qué esa horrible costumbre de no pensar en el futuro y solo en el presente? ¿Qué sociedad estamos dejando como herencia para nuestros niños? A ver, pensemos: si hago que mis hijos no asuman las consecuencias de sus actos: ¿qué sucedería?, ¿cómo aprenderían la lección?, ¿sabrían asumir retos?, ¿cuidarían de los demás? Hum… creo que no. ¿Será por ello, acaso, que la eutanasia está siendo impulsada? Claro, si no afronto los problemas que se me presentan, el camino más fácil es esquivarlos. Sin embargo, hay cosas que no se pueden esquivar para siempre, y son francamente incómodas. La conclusión es clara: lo mejor es eliminarlas. Con el aborto eliminan nuestra esperanza, minan nuestra alma. Es momento de que el hombre (varón y mujer) sea consecuente con sus actos y asuma responsabilidades. El egoísmo solamente nos brindará soluciones destructivas.
Bilbo Meditando Conoce más sobre el aborto

Comentarios

Unknown dijo…
Un excelente artículo con argumentos fuertes...
Felicitaciones...

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